martes, 12 de mayo de 2009

Kishor

Hoy le dedico este post a Kishor.

¿Quién coño es Kishor? Buena pregunta.

Para ir a Londres tuve la genial idea de elegir entre los diversos medios de transporte, el mejor: el bus. Fue tan asquerosamente barato que era una oferta que no podía rechazar. ¡Eso sí! 8 horas de bus y tan sólo una parada para comer, mear y estirar las piernas. Trayecto directo vamos (lo peor de todo es que me entere media hora antes de llegar a Londres de que había WC en el bus! Pero bueno este no es el caso y además no me meaba en grandes cantidades).
Lo dicho: 8 horas de bus. Estuve una semana metalizándome de esas 8 horas. ¿Qué haría? Pues nada, leer, escuchar música y hacer algún amigo. Pero de esas 3 opciones solo hice una! Escuchar música. Mi MP4 sólo tenia 4 horas de música, así que el resto lo dediqué a hacer nada, porque no tenía ningún libro ni revista y me daba bastante pereza hablar con la chica que estaba sentada, que por cierto, un pequeño detalle:
Dado que era la primera vez que hacía un trayecto tan largo en bus, no quería llegar tarde y fui bastante puntual. Llegué muy pronto a la estación y la verdad es que subí entre los 15 primeros al bus. Nada más subir, me pillé dos asientos para mi sola, junto a la ventana, para poder dormir guay. Pero bueno, el bus se llenó, así que se sentó una chica a mi lado. ¡No pasa nada! Estas cosas pasan. En menos de un minuto se acerca su amigo y me pregunta si me importa que le cambie el asiento, que son amigos. Joder claro que NO me importa! (pienso). Me levanto y le cambio el sitio. Me pongo al lado de otra chica junto al pasillo y en paz. Es una putada estar 8 horas en un bus y no poder sentarte con tu colega, a mi me jodería. He quedado de puta madre, les he hecho un favor.
Bueno... al cabo de 3 horas de bus te cagas en la amabilidad, en ser buena persona y en todo! ¡Quiero dormir! Imposible junto al pasillo. No te puedes apoyar en nada. Muy serio.
Ah! y para colmo, de entre todas las personas que hay en Edimburgo, se sienta delante la persona que menos imaginaba y menos esperaba volver a ver en mi vida. No le veía desde hacía casi 3 meses: el irlandés borracho del hostal Si, si. El mismo (NO el que roncaba, por suerte para todo el bus, sino el borracho). Allí estaba el cabrón, con camisa, bien arreglado, leyendo, ¡como una persona normal! Pero yo era la única del bus que sabía que era un borracho! Borracho de hostal en hostal! En fin. No nos dirigimos ni una sola palabra (porque dudo que me reconociera). Que así sea.

Ahora, omito el viaje a Londres. Pasemos directamente a la vuelta.
No se todavía muy bien por qué, pero casi pierdo el bus de vuelta. Nos pusimos a beber a última hora y me confié en que llegaríamos sobrados teniendo que pillar 2 metros y andar unos 15 minutos... en fin, la cuestión es que llegué tarde pero llegué. Ya estaba prácticamente todo el mundo en el bus. Y, por supuesto, no habían sitios libres junto a la ventana. De puta madre. A todo esto, eran las 23h de la noche y ese dic había dormido unas 4 horas, así que lo único que quería en el bus era dormir. Pues nada, no será para tanto. Me siento al lado d el indio este y a dormir.
Decir que fue la peor noche de mi vida (relación sueño-comodidad) es poco. Me desperté unas 500 veces y a media hora de llegar solo quería levantarme del bus y gritar: ¡quiero una cama!
Pero al final no lo hice.
Al principio, la verdad es que bien. Me puse a hablar con el supuesto indio –que luego resulta que era nepalí, de Nepal, ya sabéis- y nos contamos un poco nuestras vidas. Lo Típico. De donde eres, que haces aquí, estudias/trabajas, cuanto tiempo te quedas etc etc. Kishor, se llamaba, a todo esto. Como le dije que no tenía curro, me dijo que cuando bajáramos le diera el móvil, que tiene algún colega en un restaurante y un amigo necesita compañero de piso. La conversación duró bastante para el sueño que tenía, pero al final nos dormimos ambos.

Cuando el bus frenó y llegamos a Edimburgo lo ultimo que quería era estar en el puto bus. Me baje a toda ostia, espere a decirle adiós a Kishor Y PUNTO. Como una vez dijo una colega ‘Hay que quedar bien ante la galería’. Tengo que andar 30 minutos hasta mi casa y tengo sueño! Me acuerdo perfectamente que le tengo que dar el móvil, pero paso, me da perro. Total, no lo voy a volver a ver (no vive en Edimburgo).

Una semana después, voy a una cafetería a entregar un currículum. Antes de entrar me siento en la plaza de delante a liarme un cigarro. Hay mucha peña dentro, quiero pensar bien lo que voy a decir antes de entrar (me va a oír y ver mucha gente).

Mientras fumo y miro el local, veo que entra un tipet con un asombroso parecido al tal Kishor. La vuelta de Londres fue de noche, estábamos en un bus y con las luces apagadas. No estaba segura de que fuera él.
Al cabo de 10 minutos digo: ¡qué coño! Voy a entrar. Me pongo a la cola y el tal Kishor esta detrás. ‘venga, si le miro y me sonríe, es él. Sino, me he rallao’. Me giro, esta hablando por el móvil y sonríe. Si que es él.
Espero a que termine la conversación, pero esta venga al palique. El camarero es un gilipollas y pasa de mi y de mi búsqueda de curro. ¿para que coño tienes un cartel de que necesitas STAFF y luego pasas del personal? En fin, a la mierda este sitio. Me salgo fuera y el Kishor me hace señas para que le espere. Cuando termina me vuelve a sonreír y me da un abrazo.
A mi aquí los abrazos me rallan. Cuando me van a abrazar pienso que me van a dar dos besos y resulta que no. Siempre quedo mal. La última vez que hice eso, me abrazó un irlandés y le di dos besos en el cuello! Fue muy rara esa situación, luego me daba palo hablar con él. ¡Le acabo de dar 2 besos en el cuello! ¿Pero qué es esto? En fin, sigamos con el abrazo de Kishor:
Nada, nos preguntamos qué tal, lo típico, que hacia ahí etc. Cuando ya me voy a despedir me dice que no le di el móvil; que se lo diera porque tenía muchos amigos en Edimburgo. Por una parte pienso: bah, pa que? Es un nepalí mayor, ¿qué querrá? Pero bueno hoy en día no puedes decir: No, no tengo móvil. Así que se lo dí.
En menos de 2 horas tenía un mensaje de voz de Kishor diciendo que tenía una entrevista ese mismo día a las 19h en un restaurante nepalí. Yo flipo.
Acudo a hora y sitio fijados y me dice el manager que empiece el fin de semana siguiente. Curro fijo para todos los viernes y sábados.
Salgo y no me lo creo. 3 meses buscando curro y me lo da un nepalí.

Tardé 3 días en mandarle un mensaje a Kishor y darle las gracias. Me contestó sin más y no he vuelto a saber nada de él.

Chicos, chicas, no perdáis la fe en la gente.
Aún hay gente que regala favores (o alegrías) a cambio de nada.
Aún tenemos mucho que aprender.


Me acaba de enviar un mensaje! ¡¿Qué le coma la qué?!